Psicosis

Tradicionalmente se define a la psicosis como una alteración grave en la actividad mental en que existe una pérdida del sentido o del juicio de la realidad.

Según la OMS, la psicosis es un trastorno en el cual el deterioro de la función mental ha alcanzado un grado tal que interfiere marcadamente con la introspección y la capacidad para afrontar algunas demandas ordinarias de la vida o mantener un adecuado contacto con la realidad.

Esta alteración es propia de algunas patologías como la Esquizofrenia, pero también puede observarse en pacientes afectados por otras enfermedades, como el Trastorno Bipolar y demencias como la Enfermedad de Alzheimer. Además se puede presentar un cuadro psicótico como producto del consumo o abstinencia de sustancias tóxicas como drogas ilícitas y alcohol.

Esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno cerebral crónico, severo e incapacitante que ha afecta a cerca del 1 por ciento de la población mundial.

No sólo las personas enfermas, sino también sus familia y la sociedad se ven afectadas por la esquizofrenia, ya que muchos pacientes que sufren esta enfermedad tienen dificultad para conservar un trabajo o cuidar de sí mismas, lo que las hace depender de los demás.

¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia?

Los síntomas de la esquizofrenia se clasifican en tres categorías principales: síntomas positivos, síntomas negativos y síntomas cognitivos.

Síntomas positivos

Los síntomas positivos son comportamientos psicóticos que no se ven en personas sanas. Las personas con síntomas positivos frecuentemente «pierden contacto» con la realidad. Estos síntomas pueden aparecer y desaparecer, a veces son intensos y otras veces casi imperceptibles; dependiendo si el individuo está recibiendo tratamiento o no. Los síntomas positivos incluyen:

Las alucinaciones son cosas que una persona puede ver, escuchar, oler o sentir y que nadie más puede verlas, escucharlas, olerlas o sentirlas. Las «voces» son el tipo de alucinación más común relacionado con la esquizofrenia. Muchas personas que padecen este trastorno escuchan voces. Estas voces pueden hablarles acerca de su comportamiento, ordenarles hacer algo o advertirlas de algún peligro. Muchas veces las voces hablan entre sí. Las personas con esquizofrenia pueden escuchar voces durante mucho tiempo antes de que sus familiares o amigos lo noten.

Otros tipos de alucinaciones incluyen: ver personas u objetos que no están presentes, oler aromas que nadie más percibe y sentir cosas como dedos invisibles que tocan su cuerpo cuando no hay nadie cerca.

Los delirios son creencias falsas que no forman parte de la cultura de la persona y se mantienen firmes. La persona cree en los delirios incluso después de que otras personas le demuestran que no son reales ni lógicos. Las personas con esquizofrenia pueden tener delirios que parecen extraños, como creer que los vecinos pueden controlar su comportamiento mediante ondas magnéticas. También pueden creer que los individuos que aparecen en televisión les están enviando mensajes especiales o que las emisoras de radio están transmitiendo sus pensamientos en voz alta para los demás. A veces piensan que son otra persona, como una figura histórica famosa. Estas personas también pueden tener delirios paranoicos y creer que los demás intentan hacerles daño, engañándolas, acosándolas, envenenándolas, espiándolas o confabulándose contra ellas o contra quienes las rodean. Estas creencias se denominan «delirios de persecución».

Los trastornos del pensamiento son maneras inusuales o disfuncionales de pensar. Una forma de este trastorno es el «pensamiento desorganizado», que se da cuando una persona tiene dificultad para organizar sus pensamientos o conectarlos en una secuencia lógica. En estos casos, a veces hablan de una manera confusa que es difícil de entender. Otra forma es el «bloqueo del pensamiento», que se da cuando una persona deja de hablar repentinamente en medio de una idea. Cuando se le pregunta por qué dejó de hablar, la persona puede responder que sintió como que le sacaron la idea de su cabeza. Por último, una persona con un trastorno del pensamiento puede inventar palabras sin sentido o «neologismos».

Los trastornos del movimiento se pueden manifestar como movimientos agitados del cuerpo. Una persona con este tipo de trastorno puede repetir ciertos movimientos una y otra vez. En el otro extremo, una persona puede volverse catatónica. La catatonía es un estado en el que la persona no se mueve ni habla con los demás. Hoy en día, la catatonía es poco frecuente. Antes, cuando no había ningún tratamiento disponible para la esquizofrenia, era más común.

Síntomas negativos

Los síntomas negativos se asocian con la interrupción de las emociones y los comportamientos normales. Estos síntomas son más difíciles de reconocer como parte de este trastorno, ya que muchas veces se confunden con los de la depresión u otras condiciones. Estos síntomas incluyen:

  • «Afecto plano» (la persona no mueve el rostro o habla con una voz desanimada y monótona).
  • Falta de satisfacción en la vida diaria.
  • Falta de habilidad para iniciar y mantener actividades planificadas.
  • Falta de comunicación, incluso cuando la persona se ve forzada a interactuar.

Las personas que tienen síntomas negativos necesitan ayuda con las tareas diarias. Muchas veces hasta descuidan la higiene personal básica. Esto puede hacerlas parecer personas perezosas o personas que no quieren salir adelante, pero en realidad son los síntomas de la esquizofrenia.

Síntomas cognitivos

Los síntomas cognitivos son más sutiles. Al igual que los síntomas negativos, estos síntomas son difíciles de reconocer como parte de este trastorno. Con frecuencia, sólo se detectan cuando se realizan pruebas por otras razones. Estos síntomas incluyen:

«Funcionamiento ejecutivo» (habilidad para comprender información y utilizarla para tomar decisiones) deficiente
Problemas para concentrarse o prestar atención
Problemas con la «memoria de trabajo» (habilidad para utilizar información inmediatamente después de haberla aprendido)
Por lo general, los síntomas cognitivos hacen que sea difícil llevar una vida normal y ganarse la vida. Además, pueden causar gran angustia emocional.

¿Qué causa la esquizofrenia?

Los expertos sostienen que hay varios factores que provocan la esquizofrenia.

Genes y medio ambiente. Los científicos han sabido por mucho tiempo que la esquizofrenia es hereditaria. La enfermedad ocurre en un 1 por ciento de la población general y en un 10 por ciento de las personas que tienen un parentesco de primer grado con alguien que padece del trastorno, como un padre o un hermano. Las personas que tienen un parentesco de segundo grado con alguien que padece la enfermedad (tíos, abuelos o primos) también tienen más probabilidades de desarrollar esquizofrenia que la población general. El riesgo es mayor para un gemelo idéntico de una persona con esquizofrenia. En este caso, existe entre un 40 a 65 por ciento de posibilidades de desarrollar el trastorno.

Los genes se heredan de ambos padres. Los científicos sostienen que hay varios genes relacionados con un aumento del riesgo de desarrollar esquizofrenia, pero no existe un gen en particular que cause la enfermedad. De hecho, investigaciones recientes descubrieron que las personas con esquizofrenia tienden a tener índices más altos de mutaciones genéticas raras. Estas diferencias genéticas implican cientos de genes distintos y es probable que afecten el desarrollo del cerebro.

Otros estudios recientes indican que la esquizofrenia puede resultar, en parte, por la disfunción de un cierto gen que es clave en la creación de importantes químicos del cerebro. Este problema puede afectar a la parte del cerebro involucrada en el desarrollo de mayores capacidades de funcionamiento. La investigación sobre este gen continúa, por lo que aún no es posible utilizar la información genética para predecir quién desarrollará la enfermedad.

A pesar de esto, se pueden realizar pruebas que escanean los genes de una persona sin prescripción ni asesoramiento de un profesional de la salud. Los anuncios de estas pruebas indican que con una muestra de saliva, una compañía puede determinar si una persona está en riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, incluyendo la esquizofrenia. No obstante, los científicos no conocen todas las variaciones genéticas que contribuyen a la esquizofrenia. Y aquellas que se conocen aumentan el riesgo sólo en porcentajes pequeños. De esta manera, es poco probable que estos «escaneos de genomas» proporcionen un panorama completo del riesgo de una persona de desarrollar un trastorno mental como la esquizofrenia.

Además, es posible que no sean sólo genes los que causan el trastorno. Los científicos sostienen que debe haber una interacción entre los genes y el medio ambiente para que se desarrolle la esquizofrenia. Pueden estar implicados muchos factores ambientales, como infecciones virales y malnutrición intrauterina, complicaciones durante el nacimiento y otros factores psicosociales aún no conocidos.

¿Cómo se trata la esquizofrenia?

Como aún no se conocen las causas de la esquizofrenia, los tratamientos se concentran en tratar de eliminar los síntomas de la enfermedad. Éstos incluyen medicamentos antipsicóticos y varios tratamientos psicosociales.

Medicamentos antipsicóticos

Los medicamentos antipsicóticos han estado disponibles desde mediados de 1950. Los más antiguos son los convencionales o «típicos». Algunos de los que se utilizan comúnmente son:

  • Clorpromazina
  • Haloperidol

En la década de 1990, se crearon nuevos medicamentos antipsicóticos que se conocen como de segunda generación o «atípicos».

Uno de estos medicamentos es la clozapina, un medicamento efectivo que trata los síntomas psicóticos, las alucinaciones y las desconexiones con la realidad. En ciertas ocasiones, la clozapina puede causar un serio problema llamado agranulocitosis, que es la pérdida de glóbulos blancos que ayudan a combatir las infecciones. Las personas que toman clozapina deben realizarse recuentos de glóbulos blancos cada una o dos semanas. Este problema, más el costo de los análisis de sangre, hace que el tratamiento con clozapina sea difícil de seguir para muchas personas. De todas formas, este tratamiento es de gran ayuda para los pacientes que no responden a otros medicamentos antipsicóticos.

También se crearon otros antipsicóticos atípicos, sin este riesgo de agranulocitosis. Algunos ejemplos incluyen:

  • Risperidona
  • Olanzapina
  • Quetiapina
  • Ziprasidona
  • Aripiprazol

¿Cómo se toman los antipsicóticos y cómo responden los pacientes a ellos?

Por lo general, los antipsicóticos se presentan en píldoras o líquidos y algunas veces en inyecciones que se aplican una o dos veces por mes.

Comúnmente, ciertos síntomas de la esquizofrenia, como sensación de agitación o alucinaciones, desaparecen después de algunos días. En el caso de los delirios, pueden tardar un par de semanas. Pero la gran mayoría verá importantes mejoras pasadas unas seis semanas.

No obstante, las personas responden de diferentes maneras a los medicamentos antipsicóticos y nadie puede garantizar de antemano cómo una persona responderá. A veces, una persona debe probar varios medicamentos para dar con el indicado. Los médicos y los pacientes pueden trabajar juntos para encontrar el medicamento o la combinación de medicamentos ideal, así como la dosis correcta.

Algunas personas pueden sufrir una recaída, que es cuando los síntomas vuelven a aparecer o empeoran. En general, las recaídas ocurren cuando se dejan de tomar los medicamentos o cuando se toman esporádicamente. En ciertos casos, las personas dejan de tomar los medicamentos porque se sienten mejor o porque piensan que ya no los necesitan. Pero nadie debe dejar de tomarlos sin consultarlo con el médico. Si el médico confirma que puede dejar de tomar los medicamentos, lo debe hacer en forma gradual, nunca repentinamente.